Las telecomunicaciones corresponden a un área de la ingeniería en la
cual se pretende hacer llegar información de todo tipo entre dos puntos que
están geográficamente distantes. Se transmiten señales que contienen
información de distintos tipos, como voz, audio, video, archivos, localización
o casi cualquier otra cosa que se nos pueda ocurrir, y desde las últimas dos
décadas hasta el presente, la información se transmite mediante señales
digitales, un adelanto que permite transmitir la información de manera
eficiente y rápida a través de los medios que se tengan disponibles, los cuales
pueden ser cableado o inalámbricos.
Su importancia conlleva a muchos beneficios, siempre y cuando la
población de un país tenga acceso a éstas, independientemente de los intereses
económicos que puedan tener los operadores y los prestadores de servicios.
Estudios demuestran que, entre mayor penetración de servicios modernos de
telecomunicaciones tenga un país, se esperan mayores beneficios sociales y
económicos. Idealmente toda la población debería tener acceso y conocimientos
en su uso eficiente. Con ello incrementaríamos significativamente nuestra competitividad.
Las tendencias actuales van a persistir, dominando el sistema digital.
Proliferarán sistemas y aplicaciones basadas en tecnologías inalámbricas con
sus implicaciones, debido al uso más eficiente que exige el espectro
radioeléctrico para poder dar cabida a los nuevos servicios que surgen casi
cotidianamente. No significa que desaparezca las redes y los servicios
tradicionales, pero sí hay cambios en la manera de operar. Cada día hay una
mayor complementación de las redes inalámbricas, que ya tienen grandes
capacidades de transmisión de datos en redes basadas, por ejemplo, en fibras
ópticas. Se incrementan exponencialmente las aplicaciones que requieren mayores
capacidades de transmisión y procesamiento.
Las telecomunicaciones y sus actividades conexas conforman un sector que
cada vez cuenta con mayor participación en Producto Interno Bruto de los
países de nuestra región.
Mejorar la conectividad digital de América Latina sigue siendo un
obstáculo grande para la región, según la decimotercera edición de The Global
Information Technology Report 2014. Este informe sugiere que la persistencia de
debilidades en el sistema empresarial y de innovación obstaculiza la capacidad
de la región de aprovechar las inversiones en la TIC (tecnología de la información
y las comunicaciones), fomentando una nueva brecha digital entre los países que
logran impactos económicos y sociales importantes y positivos, y los que no los
logran. En nuestra región Chile (35º) con el liderazgo regional en “disposición
a la conectividad” (Networked Readiness), seguido de Panamá (43º) y Costa Rica
(53º). Brasil pierde nueve posiciones (baja a 69º) y México, 16 (baja a 79º).
Además de la brecha digital persistentes entre nuestros países y con los
del resto del mundo, los gobiernos de nuestra región están llamados a
comprender, identificar y enfrentar las posibles brechas digitales internas a
fin de crear oportunidades para todos y apoyar una mayor inclusión social
condición indispensable para el progreso sustentable.
Ventajas
La información está globalizada.
Hay una difusión de la cultura que antes de las telecomunicaciones no existía.
Es posible realizar cursos a distancia.
Permite a muchas personas trabajar desde sus casas.
Desventajas
Una vez que nuestros datos entraron en la red gigante de las telecomunicaciones, esta información es muy difícil de ser eliminada por completo.
Las telecomunicaciones si no se usan con moderación pueden resultar adictivas y si se usan sin control.
Muchas personalidades cambian en la vida real con respecto a la vida virtual.